Hola, querida amiga Alice Mildred Cable: ¿Dónde estoy¿? 1ª Me llaman de la Vieja Montaña, pero mi verdadero nombre es Llaqtapata... Entonces, creo que con este dato podrás localizarme, ¿verdad? 2ª Verás, según algunos documentos del siglo XVI, yo habría sido una de las residencias de descanso de Pachacútec, noveno dirigente del Tahuantinsuyo entre 1438 y 1470. Sin embargo, algunas de mis mejores construcciones y el evidente carácter ceremonial de mi principal vía de acceso a la llaqta dan cuenta de mi origen anterior a Pachacútec y a mi presumible utilización como santuario religioso... Pero hasta aqí puedo contarte hoy, pues voy a prepararme para recibir como se merecen a: Alegría, Graciela Marta, Juan Ángel, Juan Alfonso, Mayen, Luis María y René recién llegados a mi complejo, mas aún me faltas tú... 3ª Pero ambos usos, el de palacio y el de santuario, no habrían sido incompatibles. Aun cuando se discute mi supuesto carácter militar, por lo que los populares calificativos de "fortaleza" o "ciudadela" podrían haber sido superados ya... En fin, amigo viajero, hoy lo dejo aquí, mas mañana vendrá una nueva parte de mi relato para que puedas acercarte hasta mí... 4ª Fíjate, al mismo tiempo, he sido considerada como una obra maestra de la arquitectura y de la ingeniería. Mis peculiares características arquitectónicas y paisajísticas, y el velo de misterio que se ha tejido a mi alrededor, buena parte de ello debido a la literatura publicada sobre mi sitio, me han convertido en uno de los destinos turísticos más populares de la tierra, así como una de las siete maravillas modernas del mundo... Hoy aquí me paro, pues estoy viendo llegar a Fernando con su mochila para recorrerme con sus compañeros... Pero, querido viator, me faltas tú... 5ª En mí se encuentra un verdadero enigma arquitectónico, esto ya viene sucediendo desde mi descubrimiento en 1911. Mi historia y muchos de mis misterios, aún siguen intrigando a investigadores y visitantes de todo el mundo. Verás, el 24 de julio de 1911, ayudado por una expedición de la Universidad de Yale Hiram Bingham me descubrió... Aunque su meta real era encontrar la capital de los Incas, Vilcabamba (baluarte de la resistencia contra los españoles 1536-1572)... Estoy esperándote con el sol anclado en mis piedras, ven y lo verás... 6ª Un campesino, llamado Melchor Arteaga, relató a Bingham la existencia de abundantes ruinas en las inmediaciones del cerro de mi montaña. Para acceder a ellas, había que ascender por una empinada ladera cubierta totalmente de vegetación. Conocedor de los muchos mitos y leyendas que circulaban por la zona, pero con cierto escepticismo, Bingham, pidió ser conducido hasta aquel lugar; al llegar a la cima, un niño perteneciente a la familia Arteaga lo condujo hasta donde se asomaban importantes edificaciones de piedra, cubiertas por un manto verde de espesa vegetación, evidentemente abandonadas desde hacía siglos: Hiram Bingham acababa de descubrirme para el deleite y disfrute de todos... Es una hermosa historia que puedes rememorar viniendo hasta aquí con tus compañeros... Ven, tan solo queda un día de búsqueda...

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